Proyecto:2011. Obra:2013-2018
Ubicación: Ulán Bator
Superficie: 8.200 m2
Esta torre con un programa híbrido está situada en Mongolia, próxima a la plaza Gengis Kan en Ulan Bator, la capital más fría del mundo. Si bien la ciudad cuenta con una cuadrícula ortogonal como matriz generadora urbana, el tejido urbano no presenta tipologías entre medianeras sino que los edificios son volúmenes exentos.
Ante la proliferación de una arquitectura internacional de edificios totalmente acristalados, tanto aquí como en cualquier parte del mundo, poco adaptados al clima y a los paisajes locales, se propone otra arquitectura. Se concibe una propuesta sustentable con la incorporación de ideas de diseño que apunten a la sabiduría de soluciones más que al uso de tecnologías caras. Emprendimos la búsqueda de una materialidad apropiada con economía de recursos, inspirada en el estudio de las yurtas, viviendas vernáculas mongolas. Esta arquitectura popular consiste en tiendas de planta circular, construidas por los pobladores nómadas de las estepas, compuestas por múltiples capas aislantes con una sola abertura ubicada hacia el sur, la mejor orientación en el hemisferio norte. En la Torre Blanca se emplearon anchos muros de múltiples capas constructivas que envuelven y protegen al edificio de las bajas temperaturas que llegan a -45º en los crudos inviernos. Las aberturas intervienen esa potente envolvente protectora, sin quitarle el predominio de la masa. Una serie de livianas cajas de cristal emergen del volumen del edificio, contrastando con la potente masa muraria que, al caer el sol, se convierten en múltiples linternas. Las ventanas horadan la masa construida que, con sus emergentes marcos de color, contrastan con la blanca epidermis de fondo. Esta composición humaniza la escala de la torre y le aporta singularidad e identidad en un anodino entorno de torres de courtain wall. Desde el interior, las aberturas se convierten en verdaderos enmarques al paisaje urbano y a las montañas circundantes.
APORTE URBANO
En un contexto de escasos espacios públicos, con edificios que no generan situaciones de apropiación en el nivel de las aceras, se propone una planta baja abierta a la ciudad. El edificio se retira y origina una pequeña plaza pública con una fuente-escalinata. Este nuevo espacio público con el edificio como telón de fondo se ha convertido en un lugar de encuentro colectivo, como espacio de manifestaciones artísticas, recitales de música, acrobacia, desfiles de moda y la fuente es tomada en verano por los chicos para chapotear y refrescarse. Se podría decir que el edificio le pertenece a la ciudad y es parte de su identidad.
PROGRAMAS HIBRIDOS
En el interior de la torre se ubican programas híbridos convocantes de distintos tipos usuarios. La planta baja aloja un bar con su expansión hacia el espacio público, un restaurante y una galería de arte contemporáneo, programas convocantes de diferentes públicos. En el primer piso se encuentra un conjunto de oficinas ocupadas por la Embajada de Austria y un kindergarten para asistir a los trabadores y a los residentes del edificio. En el resto de los niveles hay residencias y en el remate superior un penthouse que corona el edificio.
El sólido volumen de la torre es intervenido con cajas acristaladas tanto en las plantas públicas, como en el remate del edificio. Estos prismas transparentes contienen el hall de entrada en doble altura, las oficinas del primer piso; en el remate del edificio alojan la sala de estar y el espacio del spa del penthouse, oficiando de miradores al paisaje de la ciudad y las montañas que la rodean.
LA TORRE
Se trata de una arquitectura que queda liberada de los límites físicos concretos. La masa construida es una pieza exenta que expone el perímetro en su totalidad. En un entorno de torres hay que crear nuevas torres que generen un diálogo. La intención es concebir una torre como una obra land-art en plena ciudad, que aporte un valor escultural, para generar empatía y así humanizar la arquitectura. Generar plantas bajas que aporten vitalidad a la ciudad a partir de programas variados como bares, restaurantes, galerías de arte, etc.
TECNOLOGIA
La caja muraria está compuesta por varias capas de ladrillos y bloques aislantes con un total de 65 centímetros de espesor. La fachada ventilada exterior está conformada por delgadas lamas de aluminio blanco. Las carpinterías son de PVC de triple vidriado hermético. La calefacción está resuelta con radiadores con agua caliente.