11 de Septiembre 4050

Aristas filosas del hormigón y curvas sensuales del cristal

Núñez, Ciudad de Buenos Aires
Proyecto: del Puerto-Sardin Arquitectos Valeria del Puerto y Horacio Sardin
Colaborador: Arq Diego Cohen

Ubicado en una esquina del barrio de Núñez, frente a la amplia avenida Comodoro Rivadavia, el edificio alberga plantas de oficinas, un bar en la planta baja y una expansión en forma de terraza-jardín ubicada en la cubierta superior.
El espíritu del proyecto es ofrecer a sus ocupantes una modalidad de trabajo que mejore la calidad de sus jornadas laborales a partir de una estrecha relación con el entorno natural. La arquitectura promueve una experiencia plena de los espacios de expansión, tanto en cada planta como en la terraza verde del coronamiento. Se generan así ámbitos de relax y encuentro social que enriquecen las horas de trabajo con escenarios amables y estimulantes.
El volumen construido completa el tejido de la manzana con un perfil escalonado en su nivel superior. El principal desafío fue concebir una nueva esquina porteña que aporte identidad al clásico encuentro entre calles.
EL CRISTAL CURVO COMO PROTAGONISTA
La liviandad y transparencia de los cristales curvos en la esquina contrastan con las aristas filosas de los aleros de hormigón. Esta transparencia de la esquina y la fluidez de la forma generan una apertura al paisaje urbano, a la vez que lo dotan de singularidad.
Los balcones cuentan con parapetos inclinados de hormigón de geometría triangular, que se desmaterializan sutilmente hacia la esquina, donde los cristales curvos cobran protagonismo. Las expansiones alojan vegetación nativa que crece en volumen a medida que se aleja de la esquina.
El volumen edificado presenta una inflexión que genera un ángulo cerrado en la esquina, mientras que la línea de las expansiones en voladizo describe una inflexión opuesta, abriéndose hacia el vacío.
Las cuatro plantas de oficinas son de planta libre, con una única columna central con capitel cónico el centro de cada piso, lo que permite una gran flexibilidad en la organización funcional. Un núcleo de ascensor y servicios articula las oficinas con las áreas comunes, donde una escalera abierta dinamiza el espacio.
En la planta baja, el bar —completamente vidriado— se expande hacia la vereda, aportando vitalidad al espacio público. En la terraza-jardín, una barra complementa el bar ubicado en el coronamiento del edificio.
La estructura, completamente expuesta, y los revestimientos de las envolventes murarias son de hormigón. Las fachadas combinan carpinterías de aluminio negro con placas premoldeadas de hormigón negro de perfil dentado.

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Oficinas y Hoteles