EDIFICIO MAURE I y MAURE II

EDIFICIO MAURE I – MAURE II
24 unidades de vivienda
2006/ 2008- Proyecto, Dirección y Construcción
Maure 3310-3320, Colegiales, Buenos Aires, Argentina.
Superficie 2.400 m2

Este conjunto de veinticuatro viviendas colectivas fue construido en dos etapas. Al terminar el primer edificio surge la posibilidad de compra del lote lindero para la construcción de Maure II que completa el conjunto.
Se trata de un edificio que quiere convertirse en un jardín vertical. Un gran arco metálico enmarca y envuelve al edificio. Este artefacto bioclimático cultivado con bignonias genera protección solar al oeste y sombra en el último nivel; además de aportar una atmósfera de reencantamiento tanto del paisaje urbano, como de las expansiones de las unidades, generando un espacio de transición entre lo público y lo privado, entre el exterior y el interior. A manera de ecosistema urbano, en el conviven armónicamente la vegetación y las mariposas atraídas por la flores, así como los pájaros que anidan.
Una segunda piel compuesta por una pantalla de maderas, genera una cámara de aire ventilada que aísla térmicamente los muros del frente y contrafrente del edificio.
Los accesos en la planta baja están acompañados por dos volúmenes exentos de planta ameboide revestidos con delgadas lamas de madera, aportando una atmosfera de calidez a nivel de la calle.
Las pasarelas abiertas al patio central están contenidas por una piel de barras metálicas, a manera de parra vertical cultivada con jazmines perfumados. De esta manera están enriquecidos los actos de ingresar y partir del hogar por parte de sus habitantes.
La planta baja de cada bloque está equipada con un salón de usos múltiples, piscina, parrilla común y cocheras.

INVENCION TIPOLOGICA
Las unidades son contenedores rectangulares de 60 m2 con planta libre, sin vigas intermedias y con un baño cilíndrico central que organiza el espacio. Cada ocupante personalizó su unidad con tabiques, paneles pivotantes o corredizos. Todas las unidades son diferentes, acondicionadas como loft, oficina, departamento de uno o dos dormitorios, con infinitas variantes de armado.
La concepción de un espacio indeterminado permite una forma de habitar desregulada. Es un planteo versátil que posibilita los futuros cambios y la mayor libertad de elección de modos de vida. La apropiación lúdica es brindada a cada habitante para liberarlo de las determinaciones funcionalistas y de un espacio de confinamiento en el cual parece reducida mucha de la arquitectura doméstica en nuestras ciudades.

¿PORQUE UN BAÑO TIENE QUE SER SOLO UN BAÑO?
Nos resistimos a la idea que un baño sea solo un baño y que solo cumpla la función baño. En un baño podemos ver una un manifiesto sobre el habitar, una superación del mero requerimiento satisfecho.
En el edificio de la calle Maure, el baño cilíndrico se convierte en centro ordenador de la vivienda, lugar de máxima intimidad del individuo. A partir de él, todo gira y el espacio se hace dinámico. Deviene juego para los niños, que instintivamente lo usan para dar vueltas sin fin en torno al volumen cilíndrico. Este volumen también es intervenido lúdicamente en cada unidad con colores y revestimientos diferentes. En torno a este volumen, cada habitante proyecta el interior de la morada y la personaliza.

MATERIALIDAD EXPUESTA
La materialidad del edificio está expuesta. Los materiales utilizados fueron hormigón visto, madera, perfiles metálicos, alisados de cemento para los pisos y hormigón lavado para el piso de la planta baja.
La estructura de hormigón armado es dejada visto, con sus marcas, sin pintura, ni revestimientos y los solados rústicos de hormigón lavado reciben el verdín como un don y aportan un componente orgánico que contrarresta la mineralidad de la obra arquitectónica.
Gran parte de las cañerías de las áreas comunes no están escondidas, solo en algunas partes se encuentran ocultas parcialmente bajo unas pantallas de lamas de madera. Como venas contienen y conducen los flujos necesarios para la vida. Al mismo tiempo aportan riqueza cromática a las áreas comunes.
Las marcas en tiza dejadas por los electricistas son parte de la historia de la obra, de su proceso de gestación. Como glifos, cuentan un relato, señalan el camino de la energía en el interior de las losas de hormigón dejado visto.

LOS SERVICIOS COMO PARTE DE LA COMPOSICION
Los servicios son parte importante en magnitud en los edificios contemporáneos y merecen nuestra atención. No podemos dejarlos excluidos de la composición, escindidos del todo.
Los servicios de las áreas comunes de la planta baja conforman volúmenes orgánicos revestidos en madera. A manera de humilde homenaje a Alvar Aalto, generan un contrapunto compositivo con las líneas ortogonales del resto del espacio. También aportan la riqueza de un material reintroducido por el maestro en el Movimiento Moderno, recuperando el valor del trabajo artesanal en la obra de arquitectura.