CASA LIBÉLULA

Proyecto y Dirección: Horacio Sardin – Bárbara Berson

Ubicación: Delta Río Paraná
Superficie Cubierta: 95 m2
Año: 2023
Imágenes: Albano García

La casa proyectada y construida en una isla en el delta del rio Paraná, se encuentra inmersa en un bosque de sauces. Concebida como una frágil libélula sutilmente posada en la tierra con palafitos que a manera de ligeras patas elevan la casa para protegerla de las frecuentes crecidas del nivel del agua. La casa despliega sus alas a partir de frentes acristalados que se eyectan integralmente hacia el exterior. La casa Libélula pretende ser el enraizamiento del ser humano en la naturaleza.

EL LLAMADO DE LO VERNACULO
La sabiduría de la arquitectura popular ha posibilitado habitar estas geografías por muchas generaciones, con sus espacios de sombra rodeando la vivienda y el empleo de madera como material principal. Una arquitectura que no agrede la naturaleza, se integra al paisaje del delta. La casa Libélula continua estas lógicas con un nuevo lenguaje, con el mismo espíritu. La arquitectura popular anónima fue un recurso de inspiración fundamental por su simplicidad y sabiduría.
La vivienda vernácula de estas tierras rodeada de galerías es reinterpretada con una nueva geometría. La casa en su totalidad deviene una gran galería de sombras. A partir de la eyección integral de las carpinterías hacia el exterior, todos los espacios interiores se convierten en espacios de sombra provistos de corrientes de aire cruzadas, adecuando la casa para transitar los cálidos veranos.
TRES FORMAS DE HABITAR
Tres casas componen la casa Libélula. Hay una casa a nivel del terreno natural, una casa intermedia con los ambientes interiores y una superior para ver el cielo y los árboles. Sombra plena, luz controlada y luz total se suceden verticalmente.
El estrato inferior se utiliza los días más calurosos, provisto de un jardín de sombras con una pequeña superficie de piso de entablonado de maderas y hamacas paraguayas. Es el lugar ideal para las siestas y los almuerzos en verano. Las crecidas del nivel del agua fluvial lo inundan y lo transforman en un paisaje acuático. Representa un vínculo estrecho con la naturaleza y sus ciclos, con la tierra y el agua. La estructura constituida con columnas de madera que combinan piezas inclinadas y verticales generan una perspectiva singular que encuadra el paisaje vegetal.
En el nivel intermedio es donde se habita cotidianamente. Con predominio del espacio horizontal, se articula con el paisaje visualmente a ambos frentes. El paisaje lo atraviesa y nos sentimos flotar en medio del bosque de sauces.
El nivel superior representa la conexión con el paisaje lejano, el lugar de contemplación extática y meditación. Sobrevolamos el bosque y nos reencontramos con el horizonte lejano.
COMPOSICION VOLUMETRICA
Tres cuerpos articulados por un elemento conector componen la casa. Un volumen mayor aloja el área pública con el estar, el comedor y la cocina; otros dos cuerpos las áreas privadas con los dormitorios. Estos tres componentes revestidos en un entablonado de madera quemada están articulados por un hall acristalado de acceso que actúa de nexo. Los dormitorios se adelantan en ambos frentes al volumen del estar-comedor para proteger la privacidad de las vistas desde el área pública de la casa.

SISTEMA DE PLATAFORMAS
Un sistema de plataformas ascendente y descendente conforman un paisaje dinámico, una arquitectura de promenade que recorre y atraviesa la casa.
La primera plataforma es el muelle, volcado sobre el canal. Constituye la puerta de entrada al universo de la casa. Provisto de una mesa y un chaise loungue construidos con madera, lo convierte en un lugar para permanecer, contemplar el agua y sus ciclos. Los árboles existentes atraviesan el entablonado de madera aportando sombra en los meses de calor.
Un camino diagonal atraviesa la casa y la comunica con sendos canales en ambos frentes. Los accesos sesgados generan visiones escorzadas de la casa que mutan a partir del ascenso zigzagueante que demarcan las plataformas de madera.
Los accesos ascendentes con la sucesión de plataformas proponen un tempo dilatado, que lo diferencia del ritmo de la vida contemporánea. El aminorar la marcha nos permite descubrir lentamente la casa que emerge entre el tupido follaje.
En el acceso principal, una plataforma cuadrada de mayor tamaño genera una instancia de encuentro con visitantes que representa un nivel de ingreso limitado, inaccesible al mundo privado de la casa. En el camino posterior una plataforma cuadrada representa el lugar de máxima intimidad, lugar de reunión familiar y de encuentro con amigos, donde se aloja el fogón.
Los tres sobretechos de sombra son parte de este sistema de plataformas. En este caso flotan sobre la casa y se convierten en miradores al paisaje, lugares para meditar, observar los atardeceres, la luna y las estrellas.
DECONSTRUCCION COMPOSITIVA
La casa se deconstruye en un conjunto de partes que parecen flotar, eyectarse, deslizarse en el espacio. Los tres cuerpos que constituyen la casa emergen en voladizo de la estructura portante de madera pareciendo flotar en el vacío. Los sobretechos superiores, así como las carpinterías de los frentes se eyectan en el espacio; y todas las piezas estructurales de madera sobresalen en cada encuentro, en cada cruce. Esta constante compositiva identifica cada elemento dotándolo de valor estético. La arquitectura se aligera en un conjunto que parece levitar en el paisaje natural.
Los extremos de los tres solidos que componen la casa se desmaterializan en sus bordes exteriores provistos de carpinterías espaciales que suman frente, laterales y cubierta. De esta manera nos sentimos en una especie de nave que avanza hacia el paisaje natural circundante con vistas panorámicas de gran amplitud, tanto en horizontal como en vertical. Estas ventanas nos permiten atrapar el entorno que nos rodea para convertirlo en un cuadro, al tiempo que sus profundidades nos permiten habitarlas. Es plena la conexión con la naturaleza salvaje que, al envolvernos nos hace sentir en diálogo intenso con ella.
ENSAMBLAJE DE PIEZAS DE MADERA
La casa está compuesta por un conjunto de piezas ensambladas de madera. Cada pieza tiene autonomía plástica, se identifica del resto. Cada encuentro entre ellas es un cuidado juego de encastres y cruces en el espacio. Los complejos encastres entre maderas le aportan firmeza al conjunto. La casa está diseñada como un mueble, nada falta, nada sobra.
LA ESTRUCTURA
Con la presencia de un suelo muy blando e inestable se ha experimentado una solución estructural inédita en las islas del delta. Para evitar el típico hundimiento de las construcciones del lugar, se empleó una mayor cantidad de columnas que los sistemas estructurales tradicionales que permitió repartir las cargas en mayor cantidad de puntos en el terreno. Las columnas combinan piezas verticales y diagonales que logran asentarse óptimamente en el terreno tomando los esfuerzos laterales.
Para las bases se generaron pozos con arena contenida en bolsas recicladas de membrana geotextil para generar un suelo más estable. A partir de esta nueva superficie se asentó un durmiente horizontal de quebracho y las columnas sobre él.
La estructura portante de la casa se encuentra en el exterior de las cajas construidas, de esta manera se evitan los puentes térmicos. La estructura de columnas y vigas sirvieron de andamios durante el proceso de la obra. Solo unas ligeras varillas metálicas articulan ambas entidades. Los volúmenes de madera quemada que conforman la casa parecen flotar emergiendo en voladizo en la totalidad de las extremidades.
ARTEFACTO ECOLOGICO
Los muros multicapa y la estructura portante exenta que evita los puentes térmicos y las carpinterías con doble vidriado hermético generan un aislamiento de gran efectividad.
Las corrientes cruzadas de aire y la conversión en una casa-galería son posibles gracias a la eyección de la totalidad de las carpinterías hacia el exterior. El empleo de pequeñas ventanas a manera de escotillas, con perforaciones practicadas en los muros laterales de madera, se ubican a ambos lados de las camas de los dormitorios para generar corrientes de aire transversales.
Los cuatro extremos acristalados de la casa se convierten en jardines de invierno, captando calor gracias al efecto invernadero, adecuando la vivienda para la temporada fría. Cada frente se convierte en un mirador al paisaje, en un lugar para las siestas, en edículo de lectura.
Un sobretecho de entablonado de madera sobrevuela la casa proyectando sombra sobre toda la cubierta. Al sobresalir hacia el norte, protege la fachada del sol vertical de verano, permitiendo que penetre el sol bajo de invierno en el interior de la vivienda. Este artefacto protege la vivienda de la incidencia solar directa y genera un espacio colchón entre techos que aminora la ganancia de calor. Al mismo tiempo se convierte en terraza-mirador a la altura de las copas de los árboles, aportando vistas panorámicas 360° al bosque, los canales y el cielo.
Las chimeneas a leña calefaccionan los ambientes sin depender de medios mecánicos. El calentamiento de agua con energía solar economiza energía.
Se ha evitado el uso de pinturas sintéticas y barnices. La totalidad de la estructura y decks de madera no tienen tratamiento, permitiendo su oxidación. En las envolventes verticales de la casa se empleó la técnica de quemado de la madera para evitar el mantenimiento futuro.
DISEÑO INTEGRAL
Todo está diseñado, desde la idea global de la casa hasta el mobiliario. Todo está construido con la misma madera, el muelle de llegada, los caminos, la casa, las mesas, las sillas, las camas, las perchas para las toallas. Silla Libélula, mesa Libélula, cama Libélula, cada pieza está diseñada para esta casa. Cada estante, cada repisa o mesa de luz es parte de la composición general. Cada lugar está pensado para el disfrute pleno de la naturaleza, con un diseño austero, sin evitar la rusticidad de la madera apenas tratada, procesada por los mismos trabajadores isleños que construyeron la casa.